divendres, 3 de novembre del 2017

El final del catalanismo político


En esta hora grave, el catalanismo político se enfrenta a una decisión letal: convertirse en un movimiento democrático y constitucional abandonando el supremacismo etnicista. Cambiar en días el sentido de su historia reciente, porque ha sido destruido por un Estado que ha tolerado durante décadas que no se aplicara la ley a la región.

La alcaldesa de Barcelona lo teorizó: "Desobedeceremos las leyes que nos parezcan injustas". Y a través de la educación [y los medios] se forjó un sentimiento de superioridad que ha llevado a miles de escolares a las calles a manifestarse contra el estado de derecho, un hecho insólito en Europa.

El catalanismo político ha sido destruido en su momento de gloria, cuando a través de un golpe de estado querían establecer su dictadura. Han perdido porque al final han conseguido que España, un país respetado, una democracia avanzada, se levante con todas sus instituciones y ya nada será igual. Y hasta el resultado de las elecciones es irrelevante porque esta oligarquía enloquecida tiene enfrente a un estado constitucional que no se va a rendir, a ningún precio.

Han perdido. No va a haber negociación política ni nada de nada. Nada. Solo les queda una cosa: rendirse, llorando, pero rendirse.

[C]